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NEroSanGuE 4.0

´POR QUE LA HISTORIA TIENE QUE CONTINUAR´

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    NEROSANGUE

CAP I EL HALLAZGO

Posted by bryan On


4.0

Capítulo I: EL HALLAZGO

Dr. Vera

Ya 4 meses después de la explosión de la onda negra, aquella fuerza tan lejana de nuestros conocimientos, que desconecto de toda vida al mundo que comenzaba rápido a podrirse, y el desierto avanzaba y dominaba todo territorio, y bastó solo 2 meses para que todo se cubra de oscuridad, y el desorden en los llantos y pavor creciente en cada corazón, se partieron cristales de misterios, jaulas de secretos ocultos durante tantos años ahora están calladas bajo las arenas dejando salir el dolor y venganza en cada uno.
Los ríos se secaron, los mares huyeron, el cielo se cerró y despedía llantos en forma de piedras ardientes, las flores se marchitaron, y moría cada Dios, era el sol que se jugaba el reinado con el desierto.
Destrucción, terror, desierto, desolación y hambre. Caminar, pisar nuestros propios muertos, es un honor caballeros, calentarnos con su piel, no es traición.
Ya están sepultados nuestros recuerdos y cuando cayó el orgullo de dolor, el asombro de respirar el pilar del nuestros restos está tan frágil al primer viento.
Somos indigentes, vagabundos en unas tierras que no fueron nunca nuestras, el misterio estaba parpadeante y la muerte ganando en un cajón.

Correr a trote de corazón, y respirando fuera del pulmón…
Compañero!, no!, estoy apretando tu mano herida a costa del sol, y no hay más razón para intentar recordar porque te solté…

Los caminantes dejaban su esperanza a cuesta de un rumor, el cual yo sabía bien su veracidad pero prefería pasar indiferenciado en el grupo, las instalaciones del “NASTA”(la única institución de carácter científico e investigatorio que perduró debido a sus estructuras subterráneas, además la de mayor prestigio ante el “Senado”) eran la fe y esperanza, pues ahí estaban socorriendo a gente que llegaba de todas partes buscando refugio.

Pero la intranquilidad dominaba, poco a poco el grupo se reducía, se separaba debido a las fuertes tormentas del desierto, aparte el grito de criaturas en la noche llevaba a la desesperación y peleas internas que también cobraba algunas vidas…una angustia regada con arena de desierto…
El viento era un vértigo que a látigos en espirales nos condenaba hasta la rendición, en la noche los cuerpos que no soportaban el frío eran desayuno para perros y buitres espantados también por criaturas que nadie conocía.
La esperanza se pierde al igual que nuestras huellas en la arena, mientras un niño llora por el seno de su madre que no pudo continuar más, el hambre, la sed y el cansancio llevaban a muchos a la locura y teníamos que asesinarlos, pero no con balas, pues estas eran escasas y era la única defensa que teníamos ante la noche y lo que nos esperaba en el desierto, así que era dejarlos atados y golpearlos hasta que mueran extraer sus abrigos y sangre para calentarnos…
La paranoia en todos había crecido, y la mayoría estaba a la ofensiva completa, en las noches casi nadie dormía, por la idea de que mañana uno sería carne para otro….
Las cosas se calmaron, al toparnos con un grupo de militares que nos afirmaron que estábamos muy cerca de las instalaciones del NASTA, entre ellos se encontraba un pelotón que rápidamente reconocí y ellos a mí, NTS, pues ellos trabajaban en la defensa científica de NASTA, y pude compartir estudios bajo su respaldo y protección.
Pero ahora que el pelotón NTS, sabían de las circunstancias en que se encontraba todo, no temían en afirmar o negar sospechas del grupo, en la noche eran ellos que cuidaban el perímetro a cambio de comida que nosotros le proporcionábamos, al hablar con el Agente NTS13,(sus nombres eran totalmente borrados de su vida y quedaban en ellos el prefijo de su pabellón mas un numero de serie), podía exagerar mas mis intuiciones sobre la verdad de nuestro mundo, aunque sus respuestas no eran tan precisas con respecto a otras criaturas que compartían el aire con nosotros.
En una noche, ya del largo y agotador camino, surcando una ciudad totalmente destruida, decidí salir del perímetro de vigilancia a caminar entre los escombros.

A media hora de camino observe pedazos de un cartel, que pude distinguir la marca del Hotel Riplori, un edificio cerca de la explosión de la onda negra, corri a dirección del cartel, mi corazón palpitaba cada vez más fuerte, sentía mis ojos como vidrios quebrándose, hasta que llegue a una vista panorámica del lugar, y al dar otro paso tuve que deslizarme y descender en una precipitación muy amplia, sin pensar en el entorno intentaba continuar, pero era mi cuerpo el que no respondía, giré y aviste el medio, me encontraba como en un cráter enorme, y todo el alrededor parecía escapar de él con un estilo muy macabro, no podía respirar, yo sabía bien que estaba parado en el centro de la explosión de la Onda Negra…
Desperté como muerto resucitado, preguntando a primera instancia donde me encontraba, respondieron unas personas de blanco que estaban a mi alrededor: En la zona de Salud de NASTA... mis compañeros me habían encontrado desmayado cerca del campamento de hace 5 días, si ellos no lo hubiesen mencionado, me hubiera quedado pensado que se trató de un sueño. Estuve exiliado hasta terminar una semana en reposo, se bien que no había razón para estar aquí, simplemente se me negó toda respuesta que exigía.
Se me fue reconocida mi trayectoria larga como investigador en esta misma institución, y se confió información secreta sobre los sucesos de hace 4 meses, yo estaba sereno y callado, creo que querían convencerme con ideas equivocadas, estuve muy cerca de la explosión y nada cambiaría mi percepción y entendimiento, pero preferí seguir el juego de palabras. Intercambiamos cartas de conocimientos, de ambos lados de manera muy reservada, NASTA creía convencerme y yo les daba la razón, y plantee vagamente encontrar aquel lugar, siendo para mí una experiencia el hecho de poder ser yo el primero que dé un paso en la investigación y nada más, claro, eso era lo que creía NASTA pero yo anhelaba más que el hecho de una ubicación geográfica, descifrar la verdad y desvendar los ojos de todos era mi verdadera ambición.

A la tercera semana en NASTA, donde comenzaba a tener acceso a diferentes programas, me cruce con mi viejo amigo Martins, un genio de computadoras y hackers, lo abrace muy fuerte y golpeando su espalda me intentaba disculpar, pensé que había muerto cuando la explosión nos separo y él se quedo atrás; teníamos poca privacidad para hablar sobre aquel suceso, la mismas idea y curiosidades, sabíamos bien que NASTA ocultaba muchos secretos y en ellos escondía aun mas misterios de nuestro ahora perdido mundo.
Se nos fue otorgado a mando un centro de investigación geográfico a satélite, con ayuda del centro Earth Pro, para dar con el lugar exacto de la explosión de la Onda Negra. Habíamos pasado de 200 posibilidades a solo 50, y de un mes soberbio de trabajo con la mejor tecnología que podíamos utilizar, pues desde aquella explosión el mundo cambió tanto que hasta los radares, celulares, radios y ondas de señales eran inútiles, la tecnología se transformó en solo chatarra. Comenzó a dar resultado la labor y pasamos de los 50 a solo 7 lugares posibles, y de esos 7 por mi descarte se redujo a tres lugares dables, ahí donde ya no podía avanzar más la investigación desde el centro, era necesaria una labor propia de infiltración en el desierto.
Espero que no guardase NASTA secretos contra mí, el permiso y apoyo extraordinario que me dieron para liderar una arriesgada búsqueda terrestre del lugar de la explosión, otorgándome equipo necesario, trasporte, cuidado y todo para aquel reto.
El equipo principal constaba de 25 hombres, que teníamos el deseo propio de revelar la verdad, Martins y su hermano Raúl, un espía profesional que trabajaba a cuesta de un buen pago, también los 7 científicos de la ahora desaparecida Instalación de la Montaña Pao, organización secreta que trataba sucesos anormales , los 10 militares de NTS que decidieron continuar con nosotros, solo por diversión y aventura, Carlos y María , eran esposos y manejarían los dos camiones con el equipo para el proyecto, y trece carabineros que se encargarían de los jeeps.
Claro que el equipo fue extendido con los 29 soldados de NASTA para la protección, 15 científicos y un informador del Senado, los conductores de los tanques anfibios y de los buses con lo necesario para el equipo.
La pasión y el dolor en ansias de un corazón muerto no rechazaba la fuerza para continuar…El equipo se instaló en un centro cerca de NASTA, con ayuda y autorización de la institución plena para que en días se desarrolle la búsqueda.
Hoy era el gran día, habíamos retrasado tres días más la partida por esperar al agente del Senado, pero este tiempo donde todo es muerte y no hay control de nada, era solo nuestro apego a NASTA por los beneficios y apoyo que nos daba. Tuvimos que retrasarnos unas horas, por una fuerte tormenta que nos azotaba, el frio en el pecho de cada integrante en el grupo se contagiaba y la tormenta parecía traer gritos del infierno…
Concluyendo el castigo, salió el Dios, soberbio sol, cuando el grupo se paralizaba al encontrar contra los muros un lobo gigante y monstruoso traído por la tormenta, los respiros se hacían cada vez más lentos, al silenciarse el desierto a respeto de sus misterios. Como líder de la investigación, di la orden a grito, de marcharnos ya!.

Era ya la segunda noche fuera de las instalaciones, el equipo se preparaba para confrontarla, los carabineros preparaban armas, y marcaban un perímetro, cuando uno de ellos gritaba a dolor de garganta para escucharlo entre el frio y una leve tormenta de arena, los demás del equipo se acercaron y llamaron a Martins y a mí, habían encontrado una antena satelital, que Martins rápido corrió a ella, para saber la procedencia y si esta podía dar algún uso en la investigación, el ordenó traer un metro y su cuaderno, para hacer cálculos si se podía montar en alguno de los camiones. Uno de los carabineros se dispuso a ir al otro extremo de la antena en medio de una tormenta de arena, donde rápidamente este se regresó con el rostro tan pálido como las nubes al ser atadas al sol, sin escuchar alguna palabra de él, corrimos al extremo opuesto de la antena, donde en la punta estaba incrustado un cuerpo con alas negras, casi totalmente destrozado, parecía una ave gigante venida del infierno, mientras las sospechas en mi cabeza se hacían cada vez más fuertes. Este era el mundo en que vivíamos o antes solamente conocíamos poco, muy poco de nuestro. Se retiro aquel cuerpo y por las condiciones en que este estaba, no me arriesgue a conservarlo en los laboratorios móviles.
Ya en los buses, hubo una discusión muy fuerte entre los líderes de este proyecto, la mayoría del equipo no quería continuar, y los carabineros me exigían explicación sobre lo sucedido, mientras el Dr. Bland(el corresponsal del SENADO), escapada de la conversación, claramente lo intervine preguntando: Si el Senado tenía algún conocimiento sobre las bestias, respondiendo que él no estaba para declarar acá, solo preguntaría. Es ahí donde la plática llego al final, pero obviamente yo no me quedaría con el gusto de arriesgarnos en un mundo que ya no conocíamos, sin saber exactamente a que nos enfrentaríamos.
Le tardo al equipo 5 días para poder instalar y hacer el correcto funcionamiento de la antena dándonos buenas señales e información del medio, sin duda aceleraría en gran parte nuestro trabajo. En estos días todo parecía demasiado tranquilo, la antena principal que ya poseíamos trabaja de maravilla, pero es donde percibí en las coordenadas del Cap. Paúl que estábamos muy cerca del sitio que yo había marcado en el mapa como el de mayor posibilidad, el parecía nervioso y sus manos temblaban en la derecha agarraba fuertemente un crucifijo de madera, y dude rotundamente la veracidad del lugar donde nos encontrábamos, es donde grite: Sabotaje y traición!, el equipo NTS y los carabineros alzaron armas y todo el equipo dentro del camión se apunta a la cabeza sin temblar alguna pupila. Era exacto no decir palabra cual mal interpretada o en vana dicha de muerte luego, es donde temblaba la mano del capitán de mapa y coordenadas, donde a pliego de furia, un carabinero dispara directo de su espalda a corazón, donde luego un aullido tan funesto nos detuvo a todos la respiración, sin dudar di la orden de que todo el equipo se detuviera y esté listo para la defensa, que ni al terminar la frase, se sentían ya como la pólvora empujaba la bala, me acerque a las ventanillas y mis ojos percibían el dolor y cruda muerte a manos de criaturas diabólicas que venían contra nosotros, como si fuéramos perturbadores de su mente, el equipo del espanto no se preocupó de intentar salvar a los que dejaban atrás, era un escape de miedo y una pesadilla hecha realidad, el pavor aun se respiraba al acelerar más y más y nunca parecer alejarse, yo intentaba plantear lo visto en un dibujo rápido y atareado, ellos eran como una manada de lobos gigantes y muy musculosamente desarrollados, cuando se soltó dentro del camión un nombre: Lounz, volvía muy rápido a mi mente aquel boceto e historias de mi abuelo, de luchas contra lobos erguidos y muy fuertes, despertando cuando Martins me levantaba ya del suelo, gritando a pavores, el camión estaba volteado, recibí en aire una arma de NTS13, y corrí despedido por una explosión que nos dio más distancia entre la manada de Lounz, donde al frente nuestro se cruzó el otro camión dirigido por Carlos que miraba como su esposa se calcinaba en las llamas, y pudimos sellar solo por ahora nuestro vida, que a fuerza de brazos y hombros disparábamos con frío y sin pavor; los dos jeeps que aun corrían a máxima velocidad disparando balas 40 a discreción, más los tanques anfibios se encargaban de despedir más cuerpos posibles de lobos con los misiles pequeños y medianos sin rastreo.
Seguíamos alejándonos a toda velocidad posible de aquella posible emboscada de miles de miles de lobos, cuando en el radar sonaba una alerta de precipicio, Martins aviso el peligro, pero ya era tarde para algunos jeeps y otra camioneta de alimento, aunque la muerte nos rozaba en el borde de piedra, con Carlos agarrando fuerte el timón para que no seda, fue otra oportunidad para apartarnos de los lobos más un misil g10 que cubrió al cielo de una capa de polvo y dejando atrás al clan.

En los siguientes días, no faltaba una que otra lucha por la defensa nuestra, estábamos descifrando nuestro mundo con los ojos, gente que encontrábamos al recogerlas nos contaban sus historias y todo el espanto que ocultaba el desierto.
Martins le dio el mejor uso que hubiera imaginado a la antena satelital que encontramos, llego a infiltrarse por fin en NASTA-DP, y revisar sin ningún peligro los archivos confidenciales de toda criatura registrada en el mundo, era información para mí como oro ante mis ojos y adrenalina a mis venas, no podía evitar leer todo lo que podía en esos 15 minutos que permitía el filtro al disco principal de NASTA, cada día, esos 15 minutos eran a la vez tan suficientes y cortos a gusto de cualquier científico.
Ya las medicinas se escaseaban y el alimento era un problema que resolver al igual que el agua para todo el equipo, pero fue una señal del radar que nos alentó, estábamos más que cerca del lugar de la explosión de la Onda Negra…podía sentirlo en mis palpitaciones, con el mismo ritmo de la otra vez, sentía mis ojos mezclarse con el mate del desierto, y ordené fuerte que se detuviera el camión.

Salí de él seguido por el equipo NTS, estábamos en medio de la misma ciudad varada y destruida de hasta ahora aquel sueño, observé aquel cartel de la otra vez, y no pude detener las ansias de correr, viré hacia un lugar más alto donde pude observar todo el panorama y el cráter que dejó la explosión.
Y mientras yo y el equipo nos maravillábamos, Martins confirmó que de este lugar venía grandes ondas de energía vitales que él no podía entender, escuchamos un grito de los carabineros, advirtiéndonos que el clan de lobos nos había seguido y se acercaba rapiditamente, Martins y yo nos quedamos mirándonos un rato, mientras NTS13 pedía explicación de lo que pensábamos, corrimos sin más que dudar al cráter, y comenzamos a rastrear la fuente exacta de aquella energía oculta. Cuando de dos bloques enormes de escombro encontramos un cuerpo calcinado que centraba exactamente el lugar de la explosión, eran los aullidos que nos avisan la hora de partida, cuando NTS13 pide a los de su equipo ayuda para levantarlo, parecía que hubiesen leído mi mente, mientras Martins traba de hacerme reaccionar, corrimos hacia el camión con el cuerpo, sabiendo en qué lugar de la historia nos estábamos entrometiendo, teniendo en cuenta el destino que estábamos burlando, los carabineros prefirieron darnos espacio y quedarse a dar la batalla, hasta morir, nos despedimos de ellos , caballeros nobles que arriesgaron la vida por algo que nosotros desconocíamos pero que era la clave para descifrar el misterio y poner algo de orden en el mundo.


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